HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO

 

-Lo has vuelto a hacer.

-¿Lo qué?

 

-Has vuelto a joderme y ya te digo que !hasta aquí hemos llegado!

– No sé ni de qué me hablas.

 

-Has vuelto a olvidarte de lo que te gusta y estás otra vez en el “debo de” y yo tengo demasiada tensión con todo esto. Cada vez eres más egoísta…

-Y a ti ¿qué te importa? es mi vida.

 

-Me importa y lo que haces solo trae problemas; estás todo el día en la puta cabeza. Te olvidas de las emociones y estás demasiado pendiente del que dirán. La vida no es solo brillar a cualquier precio; ser uno más, también está muy bien.

-¡Y tú qué sabes! Hago lo que tengo que hacer, tú no tienes ni idea de la de problemas que tengo que solucionar. La vida es dura y hay que estar a tope para sobrevivir.

 

-La vida no es para sobrevivir; la vida es para vivirla como un regalo. Somos un instante en la eternidad, pero somos este instante y no aprovecharlo es una locura. Has entrado en la rueda del hacer y solo haces para esperar el reconocimiento. Tú vida es un teatro; solo buscas el aplauso.

-Por lo menos hago algo de provecho; no como tú, todo el día sin pegar ni golpe.

 

-Eso lo dirás tú. Que no esté al servicio de ganar dinero o del poder, no significa que no hago nada. Estoy pendiente de ti, de nosotros, de cuidarnos.

-¿Cómo que de nosotros? Yo soy yo y tú eres tú.

 

-No amigo, yo y tú somos lo mismo. El dolor que tú sientes es el dolor que yo siento; tu tensión es mi tensión. Estoy como un globo a punto de explotar; si esto sigue así, no te extrañe que se líe parda.

-Calla ya, que me vas a ¡volver loco!

 

-No te enfrentas a los problemas y ¡al no hacerlo crees que desaparecen! Pero no lo hacen, todo queda almacenado en tu inconsciente y tu cobardía es un lastre.

-¡Ahora me llamas cobarde!! No dejas títere con cabeza.

 

-Ni siquiera eres capaz de sentir el miedo; estás tanto en la acción que pareces un kamikaze.

-Es cierto que hago mucho; pero… ¿qué tiene eso de malo?

 

-Si sigues trabajando como una bestia y olvidándote de los tuyos, vamos a cagarla del todo. Tu mujer y tus hijos te necesitan mucho más de lo que crees y no es justo que les des las migajas de tu tiempo.

Sigues pensando que te querrán más por lo que haces que por lo que eres y, tú bien sabes que, eso no es así. ¿Cómo se te olvidan estas cosas?

-Para ya… eso que dices no es justo.

 

-Es justo y real. Y además, cuanto más tiempo tardes en comprometerte con la vida, con la gente, será mucho peor. Eres un narcisista de mierda.

-Te estás pasando…

 

-Igual me pasé, pero, la realidad es que tenemos un problema y yo ya no puedo más.

-Pero si hasta ahora no te habías quejado…

 

-Sí me quejaba, pero no me oías; me has ninguneado siempre; a mí y a los demás. Te pones por encima y, cuando lo haces, resultas un pedante insoportable. Haces como que escuchas, pero, en realidad, es parte del circo para que te quieran. Si escuchases desde “las tripas”, me habrías oído mucho antes.

-No te digo que no tengas algo de razón; pero, es complicado salirme de lo que siempre he hecho. Es más fuerte que yo.

 

-No, no es más fuerte; tú pierdes la partida porque no la jugamos juntos. Si vamos de la mano somos fuertes; el mundo no necesita otro autómata más; necesita una persona, sencilla, cariñosa y delicada, que sepa disfrutar de la vida y que en su día a día dé el máximo.

-Entonces… ¿Qué propones?

 

-Propongo que bajes de la cabeza, que te conectes con el cuerpo, que te quites  de en medio y conectes con tus sentimientos. Propongo que sólo hagas lo que, realmente, sientas que debes hacer. No sigas complaciendo al mundo ¡ni a tus padres ni a nadie! Vive desde el corazón.

-Es difícil. Bueno… es fácil decirlo, pero no hacerlo.

 

-Una úlcera está llamando a la puerta y si sigues así le estás dando la bienvenida.

-…

 

-No veas tu dolor como algo con lo que pelearte; en la vida es mejor no ir a la contra. Si algo llega es por algo. Vive lo que toca, sea agradable o no; como un maestro, como algo de lo que aprender.

– Algo que me de pistas para ver otra realidad…

 

-Esto no es fácil, ni difícil; tú sabes vivir; pero, a veces, te olvidas. Es sólo cuestión de conectar con tu esencia; con lo que hay dentro de ti. Sal del modo automático y vive el presente como si no hubiera un mañana.

-Vivir en el aquí y ahora, en el responsabilizarme de lo que hago, siento y pienso…

 

-Cuenta conmigo, yo no quiero cargar con tanto; no quiero sufrir más. Quiero que estemos juntos en esto.

-Lo voy a intentar. Gracias por estar ahí y recordarme las cosas importantes de la vida. Sé que muchas veces me olvido de ti y no soy justo ni contigo ni conmigo.

 

-Gracias a ti por no dejarme sólo.

-Tú y yo, como bien dices, somos uno y, sólo desde ahí, podemos ser felices.

 

-El estómago de cualquiera de nosotr@s: !Qué bueno que me escuchaste!

-Cualquiera de nosotr@s: !Qué bueno que te pude escuchar!

 

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Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)

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* Sobre Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki):

Desde hace más de cinco años, nos dedicamos a ayudar a otros compañeros a tener una buena Identidad Digital, aumentar su visibilidad online y, en consecuencia, tener más oportunidades laborales. En el 2009 desembarcamos en la red y, desde entonces, no hemos dejado de formarnos y disfrutar de este maravilloso mundo.

Aunque de profesión original somos arquitectos, nuestro día a día se sustenta en tres pilares: la propia arquitectura, la Identidad Digital  (talleres offline + cursos online) y nuestro “mundo Haiki” (Gestalt, Sat, yoga, crianza consciente, artes marciales…).

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